martes, 4 de junio de 2013

El Mourinhismo después de Mou

El lunes 20 de mayo de 2013 fue el día señalado para que los madridistas informados recibiéramos el golpe casi físico que significó la noticia de que José Mourinho dejaría de ser el entrenador del Real Madrid a partir del verano de 2013. Digo madridistas informados porque gente que se dice madridista y no logra ver todo lo que Mou hizo por el Madrid, no quiero decirle que no es madridista, pero no quiero hablar ni con ellos ni de ellos.

Al recibir esta noticia, solo atiné a escribir en twitter #GraciasMou. Porque todo lo que siento por él es mucho, mucho agradecimiento. Por lo que hizo, pero más por lo que nos dejó. Que hizo mucho, ¿cómo no? Ver comprometida su seguridad y la de su familia para cumplir con su trabajo. Soportar ataques deshonrosos para dar la cara por sus jugadores, por su club. Porque si alguien se partió la cara por nuestro club, fue José Mourinho. Que no los engañen diciendo que no quería al club, que fue por lo que más se le criticó. ¿Quién de todos ustedes arriesgaría su bienestar por lealtad a una empresa, aún así sea la que les da trabajo? Oírlo decir "Hala Madrid" es lo más lindo que me ha pasado en mucho tiempo. Él quería quedarse (o ¿por qué más habría renovado hasta 2016 el año pasado?), pero la situación se hizo insostenible, y cuando además, los resultados deportivos no lo acompañaron, él mismo entendió que era lo mejor para el Madrid y para él, irse. Aceptar que no podía seguir es también madridismo y valentía.

Cuando lo escuché, no lo quería creer, pero era ya tan evidente, que no tuve más que aceptarlo. En todo el tiempo que pasó desde que supe que se iba hasta el partido del primero de junio, el último en que Mou estaría en el banquillo del Madrid, estuve en un limbo de negación y seudoresignación, diciéndome a mí misma que todo iba a estar bien, que el Madrid seguía (que así es, ¿qué duda cabe?). Pero cuando al final del partido con el Osasuna, Mou se levantó del banquillo para despedir a la afición, me temblaron los labios, me escurrió la nariz y gruesos lagrimones recorrieron mis mejillas. Me dio tanta tristeza, tanta rabia, tanta impotencia que los estúpidos niñatos jugadores y la maldita prensa española me hubieran quitado a "mi novio" y se lo entregaran en bandeja de plata a "la otra", la de azul, la Chelsea esa que tanto lo ama y a la cual, al final él, con toda razón, quizá quiera más. Y no me quitaron solo a mi novio (porque siento esta ruptura casi como una amorosa), le quitaron al Real Madrid el primer proyecto deportivo serio en años, el cual podría haberse convertido en una relación duradera que trajera muchas alegrías a ambas partes. Le quitaron a mi equipo al mejor entrenador del mundo, al más profesional posible, le quitaron a "The Special One" y ahora los madridistas esperamos que llegue, pues Someone... Anyone... y eso es algo imperdonable.

Lloré amargamente al ver esta escena.
A mí me queda muy claro que el motivo por el cual Mou se fue es el mismo por el cual Jupp Heynckes no quiso regresar al Madrid: porque no están dispuestos a negociar su autoridad como entrenadores con jugadores que se creen algo más de lo que son. Jupp encontró el apoyo por parte del club que le faltó en Madrid, en el FC Bayern München. Y este año vimos los frutos con un impresionante y merecido triplete Bundesliga-Copa DFB -Champions League. Quizá Mou lo encuentre en el Chelsea. Pero el resultadismo de la afición merengue hace que un proyecto a largo plazo, uno, por ejemplo, como el de Sir Alex Ferguson en el Manchester United, sea imposible. El madridismo quiere la décima ya. Hoy, si se puede. No tendrán la paciencia con nadie de esperar uno o dos años de gestión  para obtener resultados. Y así, en mi opinión, estamos condenados a cambiar de técnico hasta que "por accidente" alguno gane la Champions y luego, en cuanto haga algo que no le parezca a los resuladistas y/o a la prensa, se largará, y a empezar de nuevo.

Es desgastante y decepcionante, pero vamos, no es nuevo. Desde que soy madridista me he ido casi a entrenador por año, así que no me voy a quejar de eso. Es lo que tiene ser madridista. Es parte indivisible de serlo.

Para muestra, esta tabla... Empieza en el 97, que fue aproximadamente cuando me enamoré del Madrid.















































































Pero de algo sí me voy a quejar, si se me permite un parrafillo de queja, y es de que me han quitado al entrenador con el cual me he identificado más en toda mi vida. Uno que me hacía orgullosa de ser madridista, uno del cual le voy a contar a mis generaciones, uno que levantó un equipo abyecto y lo llevó de nuevo a donde pertenece: la élite del fútbol mundial, uno que le metió miedo al antimadridismo (y el dedo a Pito en el ojo), al punto que una alianza de estos fue lo que terminó sacándolo de Madrid, hastiado del acoso del cual fue objeto.

Un hombre honesto, trabajador, profesional, disciplinado, serio. TODO lo que se desea en un empleado. Es comprensible que Florentino Pérez no esté contento con su partida. Pero naturalmente debe respetar la decisión que tomó Mou de pasar de todo lo que se armó alrededor de él e irse a donde sí lo quieren, a donde su familia puede estar segura, a donde igualmente puede triunfar a gran escala y donde, supongo, espera él, el club sí le ayude a realizar su gestión. Donde las ESTRELLAS lo admiran y quieren (solo hay que oír los elogios que han declarado varios miembros de la plantilla del Chelsea al saber que los entrenará), contrario a las "estrellitas" del Madrid que son, para más muestra, un portero hipócrita cuyos mejores tiempos deportivos (con los cuales muchos tratan de justificar su deplorable comportamiento) ya pasaron hace BASTANTES años, y un defensa traidor de más de 30 que se ha visto superado por un jugador mucho mejor y mucho más joven. Pocos más que ellos serán, aunque quieran vendernos que los hayan. Con algún otro jugador pudo tener roces, lo cual es normal cuando tu jefe quiere sacar lo mejor de ti y te exige, pero al final el grado de madurez, los hizo entender que era por su bien y el del Real Madrid.

A Mourinho lo acredita su historia. A donde ha ido, ha triunfado, y le han querido. Será  sarcástico y los finos de piel podrán decir que no tiene formas, pero es grande. Grande como pocos. O como solo él.
Para que el dickhead de Materazzi lo haya llorado, algo hará bien el hombre.
Yo creo que ya era mourinhista antes de conocer a Mourinho. Y por eso me impactó tanto su existencia, su ejemplo, su vida y su forma de hacer las cosas. Durante mucho tiempo contemplé cambiar mi forma de ser. Ser honesta, decir las cosas como son, no dorarle la píldora a nadie, agradecer y aceptar la crítica y por ende, ser capaz de criticar también sin reservas, aunque sin malas intenciones, solo me había traído problemas y enemistades. Pero viene este hombre (yo supe de él cuando estaba en el Inter) que es exactamente así y que va a triunfar a todos lados donde va. Realmente marcó mi vida. Pensé de nuevo que la hipocresía NO era el camino, que era más importante sentirme tranquila conmigo misma al no tener qué traicionarme para caerle bien a nadie ni vender mi dignidad para quedar bien con otros. Que Dios te bendiga por eso, José Mourinho.

Lo que no nos quitaron a los mourinhistas, ni nos quitarán jamás, fueron todas esas victorias, esas sonrisas, ese caballito con Callejón, esa reverencia a sus jugadores en la celebración de la liga 2012, todos esos récords no solo en España si no en toda Europa, las risas que nos echamos cuando "zascaba" en rueda de prensa a periodistas, culandras y similares, cuando por defender al Madrid, perdía "el señorío", no nos van a quitar que hizo huir a Pep con la cola entre las patas, lo que aprendimos, a mí no me quitarán a la gente maravillosa que conocí en este movimiento de apoyo a Mou, no nos quitarán el movimiento tuitero de madridismo crítico e incondicional al cual el mismo Florentino ha hecho referencia pública (su banda, la PUTA banda). No nos van a quitar el salvajismo que adquirimos.
¿Se recuerdan cuando hizo el gesto de que los culés apestaban? :____)
Los antimadridistas estarán felices porque creen que con la partida de Mou se acabó el mourinhismo. Pobrecitos. No podrían estar más equivocados. El legado de Mourinho está para quedarse. Porque el mourinhismo no es adoración ciega a la PERSONA de José Mourinho. Es una forma de ver y hacer las cosas. Es una forma de vida. Y los aficionados que nos hemos tomado la molestia de informarnos bien de todo lo que ha pasado hemos visto que el mourinhismo es The Way. El mourinhismo después de Mourinho es el MADRIDISMO SALVAJE. Es ganarle al Barcelona con suplentes, es reírnos de las "exclusivas" de la prensa porque sabemos ahora, claramente, que son unos manipuladores, hipócritas y mentirosos que ninguno de ellos es madridista, que todos lo que quieren es meter sus sucias manos en la institución, es decirle a Roncero que él no nos representa, es descubrir quién es realmente ese tipo que fue nuestro capitán y es ahora nuestro mayor tumor maligno. Es dejar con el culo al aire a los imbéciles que creen que se pueden meter con el Real Madrid y quedarse tan tranquilos.

El legado de Mou no es solo la Liga de los récords, ni la primera Copa del Rey en 18 años, ni tres semifinales consecutivas de Champions. Que por sí solo, ya está muy bien. Es volver a ser cabeza de grupo en la Champions, es meterle miedo a los culandras (que ellos dirán que es odio, pero no nos engañemos, les castañetean las nalgas a la sola mención de Mou), es informarnos por nosotros mismos sin recurrir a los prostituidos intelectuales, es profesionalidad, ante todo. Es no dejarnos llevar por sentimentalismos, no porque un jugador tenga un pasado glorioso merece jugar si NO está a la altura, deportivamente. Es meritocracia, es anti-amiguismos, es saber que estamos donde estamos por el trabajo duro y no por lamerle los cachos a nadie. Es saber que el señorío no es poner la otra mejilla, ni otras filosofias baratas. ES MORIR EN EL CAMPO.

El señorío no es poner la otra mejilla.
El madridismo salvaje apenas empieza. Muchos que una vez leímos esos diarios no lo haremos nunca más. Muchos que aceptábamos tener un portero malo solo porque le queríamos mucho, pensamos ahora distinto. Muchos que nos conformábamos con un capitán que se abrazaba con los culandras, ahora queremos algo mejor para nuestro equipo. El Madrid levantó cabeza con la gestión de Mou. Y no hay qué bajarla. Él nos devolvió a la élite y no hay qué salir de ahí.

Toca empezar, pero no de cero. Las entrevistas que Florentino ha concedido estos últimos días demuestran que él es el primer mourinhista después de Mou. Dicho mejor, es un madridista salvaje. Las cosas NO son como eran antes de Mou, aunque los antimadridistas lo quisieran. Muchos hemos abierto los ojos, y no los cerraremos nunca más.

Tenemos la responsabilidad de empezar otro proyecto, pero ahora ya sabemos cómo: The Way, OUR WAY. Sé salvaje, amigo mío, pero ante todo, sé Madridista.

Hala Madrid

Paty

@patyrios en Twitter

PS. ¡Gracias Míster! Y que todo te salga bonito.